Medicina es cultura

Cada sociedad tiene también su medicina.
Cuando en oportunidades escucho hablar del auge creciente de la medicina alternativa, me pregunto, en realidad de qué se está hablando?

¿Si acaso del derrumbe de un sistema sanitario que no encuentra una salida a las necesidades de su población, con médicos multiempleados obligados a atender 10, 15 o 20 pacientes en dos horas?
¿O de lo poco que una consulta de 10 minutos promedio puede ofrecer?
¿O de la clase de vínculo terapéutico que puede establecerse en una estructura sanitaria tan despersonalizada?

¿O de lo paradójico entre el crecimiento de las especialidades médicas y la incapacidad del sistema para abordar al paciente en su conjunto, del que finalmente nadie se hace mucho cargo?

 ¿O de la dificultad en hacer una verdadera medicina preventiva y reconocer que la enfermedad se instala mucho antes de su expresión clínica manifiesta, a través de malestares diversos que el desorden de la energía vital va exponiendo en la percepción de cada paciente?

Bueno, la lista de preguntas podría seguir, pero no es la intención de esta breve reflexión.
Parece bastante lógico entonces que los pacientes cansados y decepcionados del trato que reciben, busquen una alternativa, una medicina alternativa que pueda ayudarlos de otra manera.

Pero por otra parte es bueno reconocer que el anhelo de un cambio no significa que estos nuevos pacientes, se hayan desprendido realmente de los patrones de la cultura de la medicina de la que provienen.


Será posiblemente difícil para muchos de ellos reconocer las diferencias en la comprensión que plantea la Homeopatía, catalogada como una medicina de alternativa, no porque sea complicada de entender sino por el arraigo que la medicina dominante ejerce en la cultura general.

De esta manera, que el paciente entienda de una forma simple conceptos como el de Supresión, Ley de Curación y Agravación pueden ser tan determinantes como el éxito o el fracaso de un tratamiento.
Para todo esto hace falta informar e informar, con la persistencia con que una gota de agua orada la piedra para llegar a lo profundo y no deslizarse solo en la superficie.
Al fin y al cabo entendamos, la medicina está profundamente arraigada en la cultura.

Aquellos mas interesados irán seguramente a profundizar en estos puntos esenciales y a la vez claros que plantea la Homeopatía, pero de todos modos haré una breve mención aquí.

Partamos de un ejemplo.
Resulta frecuente en estas épocas la automedicación con antialérgicos o la consideración de que se trata de una medida terapéutica sin mayor trascendencia, al punto que se promociona su venta libre y el rápido alivio de los síntomas.

Sin embargo, todas aquellas manifestaciones consideradas alérgicas, como la picazón, irritabilidad o secreciones de piel y mucosas, están lejos de ser algo banal, por el contrario son un importante recurso exonerativo del organismo, un intento de limpieza, de sacar hacia fuera las toxinas.
Este fenómeno queda inhibido por los antialérgicos, lo que lleva a que el organismo no pueda desprenderse de los desechos que empiezan a acumularse en su interior. En otras palabras, tapan pasajeramente el síntoma, barren pero guardan la tierra debajo de la alfombra.

Sucede así que en sujetos con distinta predisposición aparecen con el tiempo manifestaciones mas profundas generalmente crónicas. Todas las patologías crónicas tienen en general un detonante por el cual se despierta la enfermedad, entre ellos este fenómeno llamado Supresión.

La Supresión consiste entonces en la eliminación de un síntoma sin considerar la comprensión que ese síntoma tiene para la totalidad, que como en el ejemplo mencionado, tiene una intención exonerativa para el organismo, lo que lleva a la aparición posterior de manifestaciones mas profundas y serias.

La ley de Curación consiste en el Proceso Curativo que despierta el Remedio Homeopático y es precisamente opuesto a la Supresión.
Siguiendo el ejemplo planteado un paciente que con un Tratamiento Homeopático Correcto mejora una Patología Crónica, como el asma, reaparecerán luego probablemente de forma transitoria aquellas manifestaciones superficiales de piel o mucosas llamadas alérgicas como paso previo a la Recuperación Completa.
Este proceso se acompaña también de una Mejoría General y Mental, señal que como Recuperación genuina involucra al individuo en su conjunto.

La Agravación es una acentuación pasajera de algunos síntomas propios del paciente que puede suceder en ocasiones durante un Tratamiento Homeopático, que muestra como, por similitud, el Remedio estimula la energía vital promoviendo a partir de allí la Mejoría.

Alcanza simplemente con suspender las tomas del remedio, para que desaparezca la eventual agravación, ya que algunos pacientes son mas sensibles y no necesitan tantas dosis y lo principal, a partir de allí se restablezca la Salud.
Este fenómeno siempre es de carácter funcional y no conlleva riesgo ninguno para el paciente, por el contrario, cuando sucede es una Señal de Buen Pronóstico